viernes, 30 de abril de 2010

El tío de la moto está muerto

En plena vorágine de trabajo, suelo desconectar leyendo la prensa digital. Hoy me encontrado esta noticia en El Mundo. La útima voluntad de este delincuente puertorriqueño de 22 años era que velaran su cadáver de esta guisa. Nótese cómo, en la Pole Position del Limbo, el muchacho reta de nuevo a la muerte con cara de mucha velocidad pero dejando el casco tras de sí, en plan 'esta vez no me podrán multar'. Yo ya estoy dándole vueltas a cómo exponerme cuando llegue la hora de mi óbito. Tengo que conseguir el teléfono de esa funeraria...

martes, 20 de abril de 2010

Vuelve Iván

Vuelve Iván. Iván Ferreiro. Y lo hace, como siempre, quedándose con la gente, a su bola y jugando a las palabras, en ocasiones crípticas, a veces explícitas, muy claras. Esto último es lo que ocurre con su nuevo single, Farenheit 451 (comprobadlo vosotros mismos escuchándolo en su blog). Si el otro día el rapero alicantino Cres nos contaba que en sus canciones manda 'recaditos', el gallego no se queda atrás con este temazo.

Iván es un crack: comentó que estaba trabajando en una web 'moderna', y vaya si lo ha conseguido: ha diseñado una página totalmente interactiva con la gráfica del teletexto de toda la vida. Buscad la página en Google con el Firefox que como es tan rarita me está dando muchos problemas linkarla a la hora de subir el post... Iván es un puto marciano, en su música y en cualquier idea que lleva a cabo. Quizás por eso su nuevo disco lo ha llamado Picnic extraterrestre. ¡Y en julio va al Low Cost!

lunes, 19 de abril de 2010

De Venecia a La Llotja

Después del trajín que hemos tenido estos meses era inevitable tomarse un reposo. Así que al terminar el cierre de la revista de abril, pude marcharme unos días a Venecia, una ciudad en la que ya había estado en 2003. Deslizarme por sus calles angostas, redescrubrir la Plaza de San Marcos y pillar el Vaporetto (si vais no compréis el abono, no hay revisores, es un mito) en lugar del 24 me hizo desconectar del follón que hemos tenido estos últimos tiempos. No tengo fotos aquí en la redacción, pero me bajo una del puente más antiguo de la ciudad, Rialto. Se me había olvidado ya lo que era viajar por el extranjero: oír un idioma distinto, acercarme al sol de otra manera, leer carteles extraños (a ver si mañana me acuerdo, cambio la foto, y veis a qué me refiero). Ah, y vi el clasicazo en un bareto de allí: los italianos no es que sean del Barça o del Madrid: son de Messi. Como todo el planeta.

Tras la dulce muerte en Venecia, enseguida llegué y me puse con Festijam Elche. Lo de la Llotja ha sido excepcional: de nuevo muchísima gente, en una sala considerablemente más amplia que Stereo. De nuevo grupazos sonando, de nuevo un buen rollo incombustible. De nuevo encontrando sentido a tantos meses de trabajo de todos los compañeros, que somos poquitos y cobardes. Presenté la gala un poco despistado quizás, pero no me podréis negar que uno no termina de arrancar en dos días si viene de un viaje donde la la huída de uno mismo es total. En todo caso nos lo pasamos genial, en la Llotja y en el Plastic, donde EmpanaDj volvió a hacer de la suyas. El mes que viene veréis las fotos de estas últimas actividades en la revista. Tengo varios posts pendientes, a ver si los voy subiendo.

PD: Oye, oye, con lo que he insistido para que mis compis escriban en el blog, y para una vez que lo hacen cuál es mi sorpresa al llegar y ver que Silvia, cual Jorge Javier Vázquez, me describe como el Ernesto de Hannover local!!! Cachis. Ten amigos para esto. Mi venganza será terrible...

martes, 6 de abril de 2010

¡Rebootizer 2000!

Noche de precierre en la revista, previa a las fiestas de Semana Santa. Os sitúo. Después de dejar lo peor para la vuelta, los compis nos vamos de cañas/copazos, según para quién. Tras la marcha prematura de Román, empiezan nuestros delirios. Sergio es un compañero infatigable e interminable de desvaríos nocturnos. Esta noche, como tantas otras, sacamos las palabras a pasear, y entre los cigarrillos -después de una semana sin humear- y los quintitos de cerveza (tres son suficientes para mí), recuerdo que de niña quería ser escritora. Pues bien, en pleno fervor nocturno, Sergio decide echarme una mano para liberar mi creatividad y el resultado soy yo escribiendo: 'El aire azul de tu verdad me lleva a un infierno de cristal opaco'. Brillante, ¿verdad? Una noche etílica con delirios literarios. Pero qué malo es el alcohol.

José, el gerente de Brujos, observa desde la barra nuestros avances etílicos y como buen samaritano nos regala un producto que vende en su local: Rebootizer se llama, y lo suscribe un textito que reza 'Dégrise & Dynamite énergisantes. Para las noches y las tardes de fiesta'. Nos partimos. Con el empaque que da ese nombre del futuro no le podemos decir que no al bueno de José. Y menos aún cuando nos dice para qué sirve: es un mejunje de hierbas que rebaja la tasa de alcohol en sangre hasta el 40%. Todo un milagro que mis ojos tienen que ver para creer, porque al final no lo probamos. Y mira que Sergio era firme candidato para hacerlo después de tres chutes de whisky... Pero así iba el menda, que se lo dejó en la mesa.

Hoy, unos cuantos días después de aquella noche inolvidable, nos encontramos a José en la puerta del Brujos: 'Pero tío...'. Hemos aprendido muchas cosas desde la noche Rebootizer. 1. Los regalos no se regalan... y mucho menos se olvidan. 2. Hay algo peor que la resaca de un domingo: encontrarte un lunes a las diez de la mañana con la gente que te vio darle al licorcete. 3. El amigo redactor tenía que haberse bebido esa bolsita. Cualquier otra noche os contamos si nos borra como por arte de magia todas las toxinas que nos empañan el juicio aunque libera nuestras vergüenzas. O si no probadlo vosotros. Con su web y todo.