domingo, 24 de octubre de 2010

Te odio



Llevo toda la tarde solo, en casa. Echaba mucho de menos fabricar horas muertas con piel de roble. Dejarme acompañar por tenues acordes, con el humo de estos cigarros disfrazado de capa otoñal. El café primero y la cerveza después como invitados. La nada con sombrero sonriéndome desde el sofá. Mi guitarra enmohecida suplicando que la abandone a su suerte para no ser violada por mis dedos, que se sirven de mi falta de pericia para pervertir otra inocente canción.

El clip que podéis ver es de Los Seis Días y pertenece a uno de los temas que más me han llegado al corazón este año, con aparición estelar del últimamente idolatrado Santi Balmes (Love Of Lesbian). Hace poco pedí por aquí a Supersubmarina y la casualidad ha hecho que los tengamos en octubre (Club Dos) y en noviembre (Stereo). Ahora rezo por que vengan estos Seis Días: el séptimo me lo he regalado hoy.

Gritar 'Te odio' tan dulce reivindica la belleza de la contradicción. La idea del videoclip, no por manida deja de ser estremecedora: dos personas unidas por una historia de (des)amor que, estando tan cerca, no llegan a tocarse. No pueden, son incapaces y no importa por qué. Mueren embadurnados de una extrema pobreza. Cuando      pronunciamos 'Te odio' decimos 'Te quiero pero me fallas'. 'Te quise pero me fallaste'. Y eso es todo.

viernes, 22 de octubre de 2010

Vestido de koala



He estado malito toda la semana, desde el sábado. No podía moverme, reírme, escribir, hablar, casi diría que no he podido sentir. Ayer vi esto en la tele, que era lo único que podía hacer. Cuando lo viví en directo, pensé que en la televisión todavía queda esperanza. Al descubrirme riendo, partiéndome por algo que 'echaban' en la tele, nuestra tele, me di cuenta, para mi sorpresa, de que seguía vivo. Y de que todo volvería a comenzar.

jueves, 14 de octubre de 2010

La pasión de Mel


(Foto: 'Braindead. Tu madre se ha comido a mi perro', un referente para Mel Gibson)

Rediós. Seis años he tardado en hacerme al ánimo de ver La pasión de Cristo de Mel Gibson. Y aunque han pasado más de veinticuatro horas desde el visionado, todavía tengo el rictus homenajeando a la picassiana Belenesteban. En su penúltimo extertor, un grito sordo se descuelga de Jesús, 'Perdónales, Padre, porque no saben lo que hacen', dejando clara la referencia a la Santa Trinidad que es aquí Gibson. Porque Él es el Director, Productor y Guionista de este, y permitidme el elogio, documental sobre el fantástico rito de la crucifixión.

Te puede gustar, claro, siempre y cuando seas fiel amante de las Snuff Movie o devoto seguidor de Sálvame. Ver La pasión es como asisitir a una procesión gore dirigida por Tarantino. Si para analizarla nos desmarcamos de la magnitud del personaje, no deja de ser una secuencia sempiterna donde a un tío le muelen a palos de principio a fin mientras la sangre nos salpica los jetos (aunque algún flashback nos deja el bueno de Mel para limpiarnos, pero rapidito). Si por el contrario no nos olvidamos de quién es el protagonista, peor aún: en todo momento sabemos que no pasará nada.

¿Cómo podemos considerarla una película, si no ocurre nada? Hoy he visto un documental de lemures infinítamente más emocionante que semejante tortura fílmica. En un curso de dramaturgia al que me inscribí hace unos años, el profesor hablaba del 'conflicto aristotélico' inherente a toda obra. El conflicto es el 'click', el momento en el que un desencadenante hace discurrir la vida de los personajes por caminos inesperados. ¿Lo adivinais? Efectivamente, Mel no vino a clase ese día.

El reto de poder terminarla y mi hastío me llevaron a una experiencia inolvidable: los útimos 45 minutos los vi a cámara rápida, velocidad 2x de mi DVD. Lo suficiente como para acabar pronto con ese suplicio que compartí con Jesús (quién me lo iba a decir) pero lo justo como para leer los subtítulos, puesto que el metraje está grabado, cágate, en arameo. Bueno, para ser sincero, no es la única vez que paso algo a 2x. También me pasa con otras películas porno.

lunes, 11 de octubre de 2010

El día que entrevisté a Delafé



Muy pocas veces siento satisfacción de plomo cuando leo una entrevista escrita por mí. De entrada, a los artistas nacionales siempre les entrevisto por teléfono, un mes antes de que vengan a Alicante, para publicar la charla justo el mes en el que actúan. Es un medio frío, sobre todo para conversar entre desconocidos. El teléfono desposee de la mirada y esconde la sonrisa muda.

Pero a veces ocurre. A veces te dan quince minutos para hablar por teléfono con un artista y se descubre una conexión que emerge de la nada. Se va forjando en las palabras, en las ideas, en las filias y las fobias. Algo así ocurrió con Óscar, Delafé. Me dieron quince minutos para hablar con él y estuvimos casi una hora. Quedará en mí para siempre, al igual que las canciones Mar el poder del Mar y Enero en la playa, que tanto significaron para mí en un pretérito luminoso entonces, extraviado hoy.

Creo que se nota en el texto que parí hace un par de años y ahora hemos subido a la web con motivo de su visita a Stereo este viernes 15 de octubre. Como me dio confianza, abusé de ella y al escribir la entrevista me dio por imitar el estilo compositivo de Óscar. Espero, si alguna vez la leyó, que perdonara la osadía. Aún conservo las hojas donde fui escribiendo mientras me hablaba. Aquello fue especial. Empezaba así...

viernes, 8 de octubre de 2010

Un posible comienzo



(Viene del post anterior) Os paso la relación de obrazas que no me quisiera perder por nada del mundo esta temporada. Yo creo que sirven para empezar a valorar al teatro, y después acudir a algo un poco más denso (aunque algo de esto último os cuelo por ahí).

1. Xavi Castillo. Un referente. Si no conoces a este alcoyano, no te lo pierdas el 10 de octubre en el Gran Teatre d'Elx. Xavi demuestra que el valenciano no es un impedimento para llenar teatros. Conozco a gallegos que se han partido el pecho con un tío para el que lo políticamente corecto no existe ni como concepto. Se mete con todo y con todos, sobre todo con los que mandan en la Comunidad Valenciana. Es cabaret, disfraz, y es muy, muy burro. Parece que dice gilipolleces, pero es su pretexto. Parece que está loco, pero es su cohartada. Es un actorazo y un cómico como la copa de un pino. Hace un par de años lo conocimos, deberíamos subir la entrevista a la web.


2. Juan Tamariz. Un icono de nuestra generación. El mago de magos. El responsable de que cada vez que hacemos un truco o una gracia sin gracia, finjamos que tocamos el violín con un elocuente: chananananaaaa!! 13 y 14 de octubre en el Principal.

3. Back, de Asun Noales. Asun Noales, reconocidísima bailarina y coreógrafa alicantina, en esta ocasión 'sólo' dirige. Quiero ir porque la última vez que Marisol Limiñana, directora del Arniches, me insistió para que fuera a un espectáculo de danza, vi el baile flamenco de Rocío Molina (vídeo linkado en el anterior post). Me quedé muerto. Yo no tengo sensibilidad para ese tipo de espectáculos, así que dejo todo el mérito a Rocío. No levanté la mirada un solo segundo. Y estoy seguro de que con Back me pasará lo mismo. 22 y 23 de octubre, Teatre Arniches.

4.  Godoy: en el anterior post tenéis un vídeo de este uruguayo afincado en Barcelona desde hace muchos años. Cuando lo descubrí flipé. No hay he encontrado ningún vídeo de su monólogo 'Es feo', y es una lástima. Hace años, cuando me dio por escribir e interpretar monólogos, recordé que una vez en La Cosa Nostra de Buenafuente vi a un monologuista único. Tiempo después, una amiga me envió en forma de Forward un texto y resultó ser el de aquel tío. En realidad nunca lo supe a ciencia cierta, pero las dos veces que decidí llevarlo a escena (las dos por causas benéficas sin cobrar un duro), tuvo un éxito brutal. Godoy dice una frase que es un misterio. En la siguiente oración lo resuelve. Y te partes. Por su humor, por su inteligencia, porque Godoy no pertenece a ninguna factoría. Y cuando un humorista tiene un estilo propio tan definido, te sabe a gloria. A verdad. Esta obra la dirige Andreu (Buenafuente) y en el guión colabora Berto. Gran Teatre, 13 de noviembre.

5. El Brujo. Este señor es un referente de las tablas en España y nunca lo he visto. Tiene casi más premios que obras ha hecho, y mira que lleva en esto desde el 70. A poco que leáis sobre este señor, a poco que preguntéis a alguien que entienda, te dirá que es el Fred Astaire del teatro español. 28 de noviembre en el Principal.

6. Todos eran mis hijos. Vale, está Fran Perea en el elenco. Pero también Carlos Hipólito, otro icono del teatro español. Y la obra es de Arthur Miller, un tío que se casó con Marilyn Monroe tiene todos mis respetos. Fuera de bromas, es uno de los autores teatrales más importyantes del siglo pasado. El texto es un dramón, es la fase dos del plan 'Amemos al teatro', jajaja! 14 y 15 de enero en el Principal.

jueves, 7 de octubre de 2010

Ir al Teatro



Tenemos olvidado al teatro. No nos llega lo que hay, ni lo que es. Por lo general, tampoco lo buscamos, más allá de los monólogos de Paramount o de algún otro rostro televisivo. Yo he tenido la suerte, por mi trabajo, de ir descubriendo ese mundo un poquito. Si no, de qué iba yo a ir a una ópera, o al espectáculo de flamenco de Rocío Molina, que si en el vídeo no se aprecia, a mí me dejó muerto en la butaca. Una sola persona bailando en el escenario. Gataza. En su momento pude describirlo.

Me hubiera gustado tener tiempo y ánimo de contribuir, en estos siete años que llevo de vuelo en esta isla, a hacer del teatro un arte más cercano. En la revista nos limitamos a informar de lo que hay, pero no tenemos espacio (ni tiempo) para presentar a las artes escénicas en profundidad, con el suficiente cariño y potenciando todo lo atractivas que resultan a los sentidos. Este mes publicamos en Üalà lo que creemos que más os puede gustar durante la temporada, aprovechando que todas las salas han presentado la programación. Hay tantos espectáculos que merecen la pena... No me quiero perder los que os apuntaré en el siguiente post. Recojo una entrada y os espero.

En el vídeo, el gran Godoy. Gran Teatre, 13 de noviembre.

martes, 5 de octubre de 2010

Hemos vuelto


Ya hace tiempo, y en realidad nunca nos fuimos. Pero siento que aquí estamos otra vez. Cuando terminan las vacaciones de agosto, huele la redacción a calma chicha, y al mismo tiempo, como máquinas programadas desde hace años, parimos el número de septiembre, el mes bisagra. Entre la playa y la lluvia. Entre la alegría y la nostalgia. El bañador y la manta. Me doy de bruces con la realidad en la presentación de la temporada del Teatro Principal. Ahí tomo consciencia de que empieza un nuevo año, un nuevo curso. Y vuelvo a hacer el mismo reportaje, el de octubre. Son otras obras, otros públicos, otros lectores. Pero tengo la certeza de que todo se repite, y yo también.

Cuando labro cierta distancia, después del cierre de edición, veo cómo las oportunidades se me acumulan. Cosas que hacer, gente de la que aprender. Rastreo un círculo traidor y cautivo desde hace años, pero quiero pensar que cada vez que paso por él, puedo pintarlo de un nuevo color. Por lo que he visto al preparar el número de octubre, está la paleta preparada. Sólo hay que querer pintar.