jueves, 14 de octubre de 2010

La pasión de Mel


(Foto: 'Braindead. Tu madre se ha comido a mi perro', un referente para Mel Gibson)

Rediós. Seis años he tardado en hacerme al ánimo de ver La pasión de Cristo de Mel Gibson. Y aunque han pasado más de veinticuatro horas desde el visionado, todavía tengo el rictus homenajeando a la picassiana Belenesteban. En su penúltimo extertor, un grito sordo se descuelga de Jesús, 'Perdónales, Padre, porque no saben lo que hacen', dejando clara la referencia a la Santa Trinidad que es aquí Gibson. Porque Él es el Director, Productor y Guionista de este, y permitidme el elogio, documental sobre el fantástico rito de la crucifixión.

Te puede gustar, claro, siempre y cuando seas fiel amante de las Snuff Movie o devoto seguidor de Sálvame. Ver La pasión es como asisitir a una procesión gore dirigida por Tarantino. Si para analizarla nos desmarcamos de la magnitud del personaje, no deja de ser una secuencia sempiterna donde a un tío le muelen a palos de principio a fin mientras la sangre nos salpica los jetos (aunque algún flashback nos deja el bueno de Mel para limpiarnos, pero rapidito). Si por el contrario no nos olvidamos de quién es el protagonista, peor aún: en todo momento sabemos que no pasará nada.

¿Cómo podemos considerarla una película, si no ocurre nada? Hoy he visto un documental de lemures infinítamente más emocionante que semejante tortura fílmica. En un curso de dramaturgia al que me inscribí hace unos años, el profesor hablaba del 'conflicto aristotélico' inherente a toda obra. El conflicto es el 'click', el momento en el que un desencadenante hace discurrir la vida de los personajes por caminos inesperados. ¿Lo adivinais? Efectivamente, Mel no vino a clase ese día.

El reto de poder terminarla y mi hastío me llevaron a una experiencia inolvidable: los útimos 45 minutos los vi a cámara rápida, velocidad 2x de mi DVD. Lo suficiente como para acabar pronto con ese suplicio que compartí con Jesús (quién me lo iba a decir) pero lo justo como para leer los subtítulos, puesto que el metraje está grabado, cágate, en arameo. Bueno, para ser sincero, no es la única vez que paso algo a 2x. También me pasa con otras películas porno.

1 comentario:

  1. Bueno bueno bueno, aquí un Inquiro cumplidor que comenta en el blog de la UALA. A mi entender es cierto que probablemente no sea la película mas profunda y reveladora de tan importante personaje histórico, ni que sea una cinta que reabra ningún debate teológico-religioso. Pero si me parece una visión diferente, ruda y cruel de lo que vienen siendo algunos aspectos de esa sociedad. No es solo una crucifixión lo que me llama, sino un sistema jurídico basado en condenas inhumanas de un derecho romano que sienta las bases de lo que hoy entendemos por derecho. Se ha excedido en la brutalidad y recreado en el aspecto sanguinario de un rito, es verdad, pero es solo una visión, no creo que el autor pretenda ir mas lejos, porque si lo pretendía es una bazofia intragable, pero si solo pretendía ser lineal en la historia pero haciendo hincapié en el dolor y sufrimiento rozando en ocasiones el genero gore no esta tan mal. No es una buena película, pero yo la entiendo como el reflejo de una sociedad y un sistema jurídico basado en condenas sanguinarias como medio para atemorizar a la plebe y conseguir un efecto disuasorio intimidatorio.

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